- ¿Por qué hay tres platos en la mesa mamá?
- Por si viene tu hermano
- Sabes que no vendrá…
- Me llamó diciendo que lo haría
- ¿Cuándo?
- Hace dos días
- Ya se le habrá olvidado
- No digas eso, es mi cumpleaños. Seguro que viene.
- Sí, igual que la última vez.
En ese momento suena el teléfono. Lo descuelga la madre.
- ¿Sí?/ ¡Hola! / Bien, ¿tú?/ Ya…/ Entiendo/ No te preocupes/ Otra vez será/ Adiós
La madre se acerca a la mesa, cabizbaja y con los ojos acuosos.
- ¿Dejamos el plato mamá?