lunes, 12 de diciembre de 2011

Arriba las manos

Apuro el último trago de mi Franziskaner de camino al tren. Son odiosas las miradas que me lanzan algunos viandantes, que centran su atención en la cerveza más que en la marca - para mi gusto - y eso me consuela en cierto modo. Beber cerveza en un recipiente de cristal da empaque. No es comparable a las famosas “yonki-latas” que tienen un público más determinado. Aunque la Franziskaner tampoco se ha inventado para beberla por la calle a las cuatro de la tarde. Será cosa de la globalización y toda esa mierda. Si nadie preguntó al Che Guevara si le gustaría que hicieran camisetas con su jeta por qué no voy a poder beber yo lo que quiera y dónde quiera.

Tiro el recipiente, ya vacío, al primer cubo de basura que encuentro a mi paso y reflexiono sobre esto último. Es curioso cómo se distorsionan ciertos iconos (¿contra?)culturales. Me viene a la mente el movimiento hippie y por casi me caigo al suelo del mareo. Apropiación indebida. Debería constituir un delito legislado. Recuerdo también, con estupor, que Burroughs apareció en un anuncio de Nike. Ostia puta, debo cambiarme el perfil de Blogger.

Intento consolarme pensando que lo haría por la pasta. No puede haber otra explicación. El caso es que el capitalismo es un monstruo que lo engulle todo a su paso, aunque las consecuencias sean, en el mejor de los casos, kafkianas. De todos modos confiar en una cosmovisión ideopolítica que funciona a través de una mano invisible es, cuanto menos, arriesgado. Invisible son en cualquier caso las estafas de los que manejan esa mano, o esos brazos. Pero el liberalismo más moderno, el neoliberalismo (más cool), tiene una mano, una bofetada mejor dicho, bastante visible a final de mes. El ansia obrera por alcanzar la tan manida clase media se traduce en multitud de facturas que pagar. Luchar toda una vida por una ilusión emancipadora que, empiezo a dudar, exista de verdad. Y la moraleja yanki de oportunidades para todos no me la trago. Jóvenes que han montado un imperio desde un garaje en EEUU han sido cuatro y supongo que ellos también hubieran triunfado de cualquier modo. El éxito fueron ellos, no el sistema en el que trabajaron. Siempre han existido genios, como han existido esclavos. Por cierto, en 2012 alrededor de tres cuartas partes de la población serán esclavos. Ahora no están encadenados, ni son negros, ni responden a una domina o señor feudal. Ahora deben pagar una hipoteca en cuarenta años al banco.


Sin darme cuenta he llegado al tren. Busco asiento rápidamente y ojeo a mi alrededor. A mi lado hay un joven leyendo un diario gratuito. Miro con descaro la página abierta y resulta que un afamado Instituto de Nueva York ha elaborado la lista de los 10 libros más leídos del mundo. Me quedo estupefacto con los títulos y con el reportaje en sí. Que no aparezca el Corán o el famoso libro de citas de Mao-Tse Tung me hacen dudar. Parece que la mano invisible extiende sus dedos también al mundo cultural.

El tren se detiene en la primera estación.

La luz del sol golpea el cristal, atravesándolo e iluminando la parte más cercana al paisaje. El centro del vagón permanece casi en penumbra. Se oye música de unos auriculares. Un hombre irrumpe la escena, contando la historia de su vida mientras pide amablemente una limosna. Hace cuatro años su empresa cerró y le mandaron a la calle. Desde entonces malvive de la gratitud de otras personas. Levanto la mirada para observarle mejor.

Le falta una mano.

6 comentarios:

  1. Hay días duros, en los que apetece cerrar los ojos al mundo y embotar la mente, pero no es posible.

    Un saludo

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  2. Qué gore esto último xD
    No es texto para leer un lunes de mierda a estar horas, lo siento. Has acabado de deprimirme, te mataré. Es broma.
    Un beso.

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  3. Una mano menos para recoger la segura amabilidad de la gente.

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  4. Menuda mierda nos rodea. O menuda mierda somos, directamente.

    Fuerte la última parte, impacta por la realidad del hecho. No es tan disparatado.

    Un beso

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  5. Encuentro ideas en cada párfo y la reflexión de la cerveza me encanta al estilo que me gusta lo "houellebesco".
    Por otro lado estoy de cuardo que lo de Steve Jobs que tanto emociona a la gente la emociona porque no saben que tal vez ellos no lo harían ni en mil años. Triunfan los que pueden no los que quieren.
    Y en cuanto a los diez mejores libros y esas listas no creo que se pueda hacer. Da igual lo que hay o lo que deje de haber en una lista. Es imposible hacerlas. Necesitariamos una mente que hubiese leído todos los libros del mundo, que esa mente fuera más inteligente que cualquier pesona en el mundo y que tuviera la mejor capacidad crítica. Ese hipotético cerebro podría hacer esa lista. Pero bueno, que hacer listas es divertido, no lo olvides.

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  6. Burroughs llegó a estar metido hasta en la cienciología, así que fíjate... La verdad que la tercera edad le trastocó los cables, supongo. O quizá quería probar cosas nuevas, a saber.
    Muy certera la reflexión sobre esa "Tierra de las Oportunidades", es algo que me he planteado muchas veces pero nunca he sabido ponerle palabras y es tan sencillo como tú lo mencionas: genios han existido siempre, y tienden a triunfar, aunque seguramente otros muchos hayan muerto de hambre...
    Esa mano invisible es la del que pide en el tren, se la tomaron prestada (a 40 años).

    Salud por esa cerveza!

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