miércoles, 23 de noviembre de 2011

Reflexiones en consulta

- Creo que fumo más cuando estoy solo
- ¿Por qué crees eso?
- Bueno, es simple. Se lo explicaré. Cuando estoy en compañía de alguien, como ahora por ejemplo, suelo interactuar con ella. Yo soy soltero, ¿sabe?, y generalmente conozco a gente en bares, discotecas… ya sabe, todo esos sitios. Suelen ser chicas, obviamente, vamos es lo que me interesa y me las llevo a casa. Eso es interesante.
- ¿El qué, llevarlas a casa?
- No hombre, bueno sí que lo es; pero no me refiero solamente a eso. Sino todo el proceso que conlleva conocer gente, bueno, chicas nuevas. Me fascina hablar con ellas, saber como piensan, qué les gusta, qué les atrae, no sé me parece que hay demasiadas vidas interesantes ahí fuera como para pasarlas por alto sin más.
- Y, dígame, ¿qué es lo que habla con ellas? ¿Qué temas trata?
- Pues eso depende más de mi interlocutor que de mi mismo, ¿sabe? Hay chicas estupendas, con conversaciones muy profundas que le dejen a uno pasmado. Pero claro, no todo el mundo es así. Hay algunas que son realmente aburridas.
- Cuénteme alguna conversación que le pareciera interesante.
- ¡Cómo es usted siempre queriéndolo saber todo! Está bien, le contaré una anécdota que todavía recuerdo. Fue hace dos años ya, era una chica bastante joven. Realmente yo creo que era menor, pero claro tampoco indagué en exceso. Vamos, que no le pregunté su edad. Ni antes ni después de acostarme con ella. Hubiera sido violento. No sé muy bien por qué, pero la gente detesta a hombres adultos que se acuestan con niñas menores. Como si el sexo entendiera de edades. En fin, a lo que íbamos, el caso es que salió una conversación realmente interesante sobre la literatura y tal. Yo le pregunté que cuáles eran sus autores preferidos y, ¿sabe lo que me contestó?
- Cuéntemelo
- Que ella se guiaba por sus sentimientos nada más acabar una novela. Justo en ese momento, cuando cerraba la última página cerraba los ojos y escuchaba a su interior. Decía que algunas veces, pocas, le invadía un fuerte impulso de hablar con el autor. Que si pudiera hablaría con él, le llamaría por teléfono o lo que fuera. ¡No le parece fantástico!
- Es una idea original, de eso no cabe duda.
- Bueno, a medias.
- ¿Por qué a medias?
- Porque original no es. Eso mismo es lo que escribe Salinger en un pasaje de “El guardián entre el centeno” ¿Conoce ese libro?
- Sí lo conozco, aunque no lo he leído.
- Pues no sabe usted lo que se pierde. Es un libro delicioso.
- ¿Cuáles son sus autores preferidos?
- Eso es imposible de contestar. Hay muchos muy buenos. Sería injusto quedarme sólo con unos pocos.
- En ese caso, ¿cuáles son esas obras que le gustan? ¿Qué sentimientos le provocan?
- Mire yo tengo una teoría acerca de todo esto. Los escritores son seres fantásticos. Juega a ser Dios, crean personajes con vida propia, con sentimientos, con pasiones, yo qué se; les dotan de todo lo que ellos quieren y los ponen a vagabundear en una historia. Eso es una labor realmente admirable. Además las palabras son muy difíciles de manejar. ¿Nunca le ha pasado que ha querido decir algo y no ha sabido como hacerlo?
- Es cierto, a veces no sabemos expresarnos todo lo bien que desearíamos.
- Sí, pero hacer reír o llorar a través de un texto es jodido. No es como el cine, la gente está más sensibilizada con las imágenes. Realmente requiere de menor esfuerzo mental. Pero leer una buena novela, que te haga pensar, reír y llorar; eso es muy complicado. Para hacer eso hay que ser muy inteligente, ¿no le parece?
- Es una tarea ardua desde luego.
- A mi siempre me ha parecido que la gente que tiene mucho sentido del humor es tremendamente inteligente. Creo que hay muy poca gente que sepa el secreto de la vida. Y es sencillo, el secreto es que es un delito no disfrutar de cada momento de la vida.
- Bueno, sería realmente fácil si todo se reduciera a eso, ¿no cree?
- Es que todo se reduce a eso. A veces perdemos la brújula. Por eso la gente con sentido del humor es extremadamente inteligente.

(Un largo silencio se apodera de la conversación)

- Tengo ganas de fumar. ¿Usted fuma?
- No, antes sí lo hacía pero lo dejé. Me interesa esas conversaciones que tiene con las chicas. ¿No recuerda alguna más?
- Recuerdo muchas, pero es más fructífero crear que recordar. Mire, muchas veces uso una pregunta comodín que me indica muchas cosas acerca de la personalidad de la chica en cuestión.
- Estoy ansiosa por conocerla.
- Pues es muy sencilla. Les suelo preguntar que cuál es su música preferida. Es muy socorrida, pero dice mucho acerca de una persona. Podría usted usarla en sus sesiones.

(Ambos se ríen)


- Bueno, prefiero usarla para ligar. ¿Cuál es su música preferida?


5 comentarios:

  1. Interesante, me ha gustado eso de: es más fructífero crear que recordar.

    Un beso

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  2. bueno, está claro que se fuma y se bebe muchísimo más soledad que socializando. A mí también me pasa, así que no te preocupes.

    Por cierto, la pava del relato no me cae bien xD

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  3. Cuál es tu música preferida? xD
    Son fantásticos sí, como esto.
    Un saludo.

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  4. Coñe, solo te falta preguntar las pelis preferidas y ya tienes un perfil claro.

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  5. Me ha fascinado, tantos temas de mi interés todos juntos y a la vez.
    Tendríamos que tener una conversación, con cigarros incluído. YO FUMO.
    Me atranen hasta el delirio aquellos seres que son escritores, cuentistas, poetas y dramaturgos, no excluiremos a pintores, fotografos, artistas plasticos y trovadores de falacias...
    Todo aquel que crea de la nada, que juega a ser Dios, poner normas, crear personajes, simular situaciones, jugar a clandestino con los destinos, manipular letras, moldear cinturas, dibujar sonrisas.
    A menudo pienso que no son de este mundo donde yo vivo exiliada del onírico que es al que pertenezco, comparto con ellos esa necesidad de inventarme el mio, y sobre todo no limitarlo a la percepción de mis sentidos y al conocimiento establecido, prefiero indagar más allá...

    Podría decirte que tipo de música me gusta, pero eso lo dejaré para cuando quiera que analices mi alma.

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